MICHELLE
LOBROT
Nació
el 22 de Enero de 1924 en París, Francia.
Su
propuesta pedagógica denominada Pedagogía Institucional, nace de la oposición
que él sentía hacia la pedagogía tradicionalista de su época, la cual se
caracterizaba por:
-
Tener programas educativos enfocados al conformismo
-
Estaba enfocada en difundir la ideología de la clase dominante.
-
Autoritarismo de los profesores.
-
Represión administrativa.
-
Escuela cuartel
-
Institución - cosa
Michael
Lobrot, pone de manifiesto que la pedagogía institucional está centrada, en
primer lugar, en la transformación de las instituciones escolares. Es preciso
definir un nuevo medio ambiente educativo en el que el individuo pueda
expandirse a través del análisis de las instituciones externas e internas del
sistema educativo.
Ya
que este análisis permitirá determinar la libertad interna que posee el
educador para gobernar, controlar y evaluar su grupo. El proceso
autogestionario en la clase es la palanca para ello. La clase es una
institución que puede ser discutida por el grupo maestro-alumnos.
La
preocupación final es permitir al niño asumir una mayor responsabilidad de su
deseo de aprender y de participar en la vida social del grupo. Pero esta mayor
responsabilidad supone un cambio profundo de la relación maestro-alumnos, mucho
más radical que el propuesto por los métodos activos.
Por
lo tanto propone que el educador:
1.
Debe abstenerse de interferir en los análisis de los educandos.
2.
Con respecto a la organización escolar, debe limitarse a hacer propuestas a los
educandos ya que ellos serán quienes determinen sus procesos de organización.
3. A
nivel de contenido, aportara ideas solo cuando el educando se lo demande.
Es
así como su pedagogía institucional le permite al educando ser responsable de
su propio aprendizaje y de su formación a través de la autosugestión y de la
autosugestión pedagógica.
Su pedagogía
institucional se basa en autores como Celestin Freinet, en Kurk Lewin, en la no
directividad de Carl Roger y el la experiencia comunitaria de Summerhill.
Entre
sus obras más importantes podemos citar: "Pedagogía Institucional",
"Teoría de la educación", "La animación no directiva de
grupos", entre otras.
Esta
propuesta pedagógica nos brinda una nueva opción de aprendizaje, el cual en la
actualidad lo podemos observar en los temas abiertos de educación (primaria,
secundaria, preparatoria y universidad), ya que en estos sistemas la
responsabilidad del aprendizaje recae en el alumno y los profesores a través de
asesorías auxilian y dirigen este aprendizaje.
La pedagogía institucional.
Según René Loureau, el libro "Pedagogía
Institucional" de Michel Lobrot se presenta como un alegato contra la
ideología directivista y será luego Gregorio Lapassade quien, en su libro
"Grupos, organizaciones e instituciones", formulará las bases de la
Pedagogía Institucional. Este último texto, en su primera parte explica la
necesidad de hablar de las organizaciones y las instituciones para poder
abordar el problema de los grupos, en la segunda las organizaciones y el
problema de la burocracia y recién en la tercera parte aborda el tema de las
instituciones y la práctica institucional que es el que más nos interesa
conforme a los fines del presente trabajo práctico.
G. Lapassade presenta la Pedagogía
Institucional como un análisis de las instituciones escolares. Se trata un
análisis permanente de las instituciones externas (reglas exteriores al
establecimiento, programas, instrucciones, distribución del personal según
jerarquía etc.) con el fin de proceder luego a la distribución del margen de
libertad en el cual el grupo-clase puede administrar su funcionamiento y
trabajo, a través de la creación de instituciones internas (reglas interiores
al establecimiento, y técnicas institucionales).
Dicho análisis constituye un estudio de la
distribución del poder. Para Lapassade analizar una institución es descubrir o
evidenciar el conjunto de fuerzas que operan en ella, buscando sobre todo que
los alumnos instituyan una organización tomando conciencia de las coerciones
que condicionan su aprendizaje.
Otro elemento característico lo que podría
constituir la distinción entre influencia de los adultos y autoridad. Vázquez y
Oury expresan: "es la estructura vertical lo que se pone en tela de
juicio". Son abolidas las viejas relaciones enseñante-enseñado, el docente
renuncia no sólo a su pedestal sino incluso a la palabra.
La pedagogía institucional surge o puede
explicarse como un intento de desarrollar ciertas ideas presentes en el Plan
Dalton y el método Vinnetka, formulándolas mejor y corrigiendo ciertos errores
los cuales ellas cayeron. Por ejemplo, la auto organización que termina siendo
eliminada por una enseñanza extremadamente individualizada. Según G. Lapassade,
en dichas corrientes se ignoraba la dimensión psicosociológica del problema
pedagógico. Pues existe una realidad llamada clase, que nada tiene que ver con
un alumno abstracto y anónimo que ellas postulaban, que constituye una realidad
institucional y constituye una organización digitada desde el exterior por una
administración burocrática, y que a su vez posee instituciones internas
administradas por un profesor que toma decisiones dentro del aula.
Así, el profesor también es un burócrata
dentro de la clase, pero debe tener precauciones si quiere pasar a ser no
directivo, pues se enfrentará a dificultades generadas por la naturaleza
burocrática de la Institución. Esto no puede ignorarlo el docente. Por otra
parte, los mismos alumnos que conciben al docente como burocrático y esperarán
que actúe como tal, aunque lo sufran y ni bien se aparte se lo harán saber
desde una gran variedad de modos. El hecho de dejarles la iniciativa, al modo
de Dalton Y Vinetka, es atomizar la clase, ignorando la dimensión social de los
alumnos que reclama relaciones sociales.
En estas condiciones el profesor debe saber
comportarse frente a fenómenos como la toma de poder, las fracciones, las
manipulaciones, los clanes, etc.
Junto al concepto de análisis son también
importantes dos conceptos correlativos entre sí: la no directividad y la
autogestión. Para que el alumno se autogestione el docente debe dejar de ser
directivista. La relación entre uno que enseña y otro que aprende
receptivamente debe ser desterrada. El docente debe renunciar incluso a su
palabra, dejando campo libre a los alumnos. El alumno debe aprender a
expresarse, a discutir antes de juzgar, a autocriticarse y en definitiva
autogestionar sus propios asuntos.
En la práctica de la autogestión dentro del
aula hay que tener ciertas precauciones. Es preciso proceder progresivamente,
recordando primero a los alumnos las exigencias de la institución (programas,
exámenes, jerarquía administrativa, calificaciones, etc.) para que el grupo
haga con ellas lo que quiera, así como también con la naturaleza del método de
autogestión y las actitudes del docente y sus modos de intervención (modos de
naturaleza no directiva: la espera que la clase se organice sola, defina
objetivos y manera de trabajar, sólo participando del trabajo cuando se lo
piden).
Al principio el alumno intentará requerir la
ayuda del que sabe más. El grupo pasará de un ambiente informal a una
estructuración, encarará el planteo de cuestiones fundamentales (Presidente,
etc.) y solucionará conflictos interpersonales a través de toma de decisiones
colectivas, limitándose el docente en su intervención al "elemento
rogeriano". Hasta este estadio tendremos lo que se denomina un grupo de
formación (training group) con diez personas y un monitor. Se trata de un grupo
que tendrá por cometido analizar el propio funcionamiento grupal. Y cuando el
docente es consultado, este sólo deberá presentar propuestas de organización,
sin imponer nada. Es preciso evitar que lo que dice el docente sea lo único que
pueda decirse, pudiendo interactuar entre todos, pensando distinto. Es
conveniente, en este momento, que el docente proporcione instrumentos de
trabajo (textos, fichas auto correctivas exposición mimeografiada).
En un segundo estadio surge una variación
metodología en torno a la toma de decisiones, en busca de la unanimidad para
pensar una forma de organización más conforme a los deseos de todos. Aquí
también el docente puede asesorar si se lo piden.
La última etapa es la de trabajo adoptando
diversas formas de organización, donde se verifica el diálogo cosa imposible en
el sistema tradicional. Aquí se logra ya el objetivo de esta pedagogía: que la
clase pase a ser un grupo donde puedan expresarse todos.
Michel Lobrot habla de grupo de diagnóstico,
el cual según Ardoino "material y prácticamente se trata de una situación
que agrupa a diez o quince participantes bajo la dirección de un monitor
especializado, reunidos con fines de sensibilización, formación o
perfeccionamiento en las relaciones humanas en general, en la formación de
pequeños grupos en particular". La función del monitor es ayudar al grupo
a desarrollarse, a que lo participantes sean conscientes de las
particularidades del grupo, al desarrollo de un clima que permita aprender, a
superar obstáculos para aprender en sí mismo, en los demás y en el grupo y a
descubrir y utilizar métodos para investigación acción, observación y a
interiorizar generalizar y aplicar lo aprendido en la experiencia.
Más arriba hablábamos de una administración
burocrática y un docente burocrático. Estos son conceptos muy trabajados por
los pensadores de esta pedagogía. Es preciso poner en claro el concepto: la
"burocracia pedagógica consiste en una estructura social en la que las
decisiones fundamentales (programas, designaciones) se toman en la cúspide del
sistema jerárquico". y en una administración burocrática de carácter fijo
e impersonal en cuando a sus obligaciones y sanciones.
En relación una escuela de estructura
burocrática es sugestiva la consideración de Vázquez y F. Oury acerca de la
existencia de tres prejuicios que circulan por la misma: el prejuicio escolar
de concebir al niño sólo como un escolar, el prejuicio didáctico de valorar
desmesuradamente la instrucción y el prejuicio de la uniformidad según el cual
los niños son sometidos a un mismo régimen bajo el pretexto de ser todos
iguales.
La autogestión pedagógica
De acuerdo al concepto presentado por Lobrot,
la autogestión pedagógica consiste en colocar en manos de los alumnos todo lo
que es posible, es decir el conjunto de la vida, las actividades y la
organización del trabajo en el interior. Se deja en manos de los alumnos las
instituciones de su clase: ellos pueden quedar en suspenso, tomar nuevos
modelos, emplear los tradicionales.
Según Jesús Palacios, lo que define la
autogestión es la actividad instituyente de los enseñados. La labor de
formación que antes era encomendada al profesor, pasa a ser responsabilidad del
grupo. Los estudiantes deben definir y gestionar lo que quieren que sea su
formación, sus relaciones internas, su forma de vida, etc. La autogestión debe
partir desde la base para luego extenderse y generalizar su modo
antiburocrático de funcionamiento. En el grupo de autogestión cada participante
parte de sí mismo y se apoya en el otro.
El grupo de autogestión ofrece al alumno
apreciables oportunidades de formación. Porque en él se establece el principio
de automotivación y autodirección, sumado a lo cual está el asesoramiento del
docente y sus incitaciones de todo tipo, haciendo que las posibilidades de
formación sean numerosas y efectivas.
El grupo de autogestión puede revisarse
respecto de tres categorías: el campo motivacional, el campo de decisión y el
campo de actividades. Este último campo se estructura sobre la base de cuatro
modelos psicopedagógicos: el de la apertura al otro donde la comunicación se
vive desde lo afectivo, el de la circulación donde todos o algunos intentan
hacer circular la palabra, el de la organización del trabajo donde el grupo se
organiza de cara al trabajo y el del trabajo mismo tanto desde la elaboración
personal como en la actividad cooperativa.
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